Hace dos
semanas aproximadamente, he publicado un cuestionario por Facebook sobre las
percepciones de vegetarianismo y veganismo en México, y he tenido repuestas de
13 personas, mexicanos y extranjeros. Voy a analizar las tendencias por cada cuestión
sobre el asunto (a está estado omitiré las cuestiones personales generales), y después
sacar conclusiones desde las interrelaciones entre las repuestas y las nacionalidades
de las personas (mexicano o extranjero). Desde ahí, creo que puedo concluir mi
investigación.


La primera cuestión temático
es la idea del candidato de la definición del vegetarianismo. Es alentadora que
la mayoría de la gente tiene una buena idea del concepto, con base en la
definición ‘verdaderas’ que he encontrado en la literatura en mi primera publicación.
No obstante, los perfiles personales de las personas con definiciones diferentes
de la opinión mayor, puede ensenar una tendencia también. Es interesante ver
que de las tres personas que habían contestado ‘no se comen carne’, dos son
extranjeros. Había preguntado por los nombres de los candidatos, por causa mi propia
curiosidad, y entonces sé que los dos extranjeros en cuestión son franceses. Entonces,
quizá hay definiciones variables dependiente de país de origen. También, con
base en una de mis cuestiones posteriores, la persona de ‘no se comen carne ni
pescado ni productos de animales’ es vegana, entonces puede ser que sus crecimientos
son el único vegetarianismo ‘verdadero’.
En general, hay repuestas de cada categoría excepto de ‘Lácteo-vegetariano’
y ‘Ovo-vegetariano’, significando que normalmente estos productos animales son
un grupo en la menta de gente, y gente come cualquier los dos cosas juntos, o ninguno
de los dos. Es interesante ver que la segunda mayoría de las personas clasifican
sus dietas ‘flexitarianos’, y entonces disfrutan carne y pescado a veces, pero
también toman esfuerzas para disminuir sus consumos de estas comidas. Podemos
conectar la gente flexetariana con las cuestiones posteriores, a ver cuáles son
sus razonamientos a comer carne, pero también a reducirlo, y con cual frecuencia.
Con respecto en las metas de la investigación, es necesario ver cuáles son las
tendencias de dietas de mexicanos. De los 4 mexicanos que respondieron, dos son
omnívoros, uno flexitariano y uno, gracias a su propia definición, flexi-
vegano. En contraste, de los extranjeros hay: 2 omnívoros, 2 péscetarianos, 2
flexetarianos, 1 ovo-lácteo vegetariano y 1 vegano. Es interesante ver que, en esta
investigación, 50% de mexicanos están tratando reducir su consumo de carne,
pescado y productos animales, entonces es una grande proporción de la población.
No obstante, es evidente que, el porcentaje de la misma idea es mayor entre
extranjeros, con solo 25% de personas que siempre comen carne, pescado y
productos animales y los demás están tomando esfuerzas a disminuir su consumo
de unos o todos de estas cosas, y con 50% de personas en una dieta en que
siempre elimine una de las. Entonces, podía ser inferido que la dieta mexicana
es en un estado de transición, en que gente embarca en un proceso de modificar sus
dietas hasta vegetarianismo, y es probable que esta tendencia ser más y más común.
¿Has cambiado la clasificación dieta en
tu vida? Por
que?
Esta pregunta estuve
abierta, y puedo colocar las repuestas en dos grupos. El primero grupo es la ‘no
o nunca’ grupo, que tiene 5 personas. De las preguntas anteriores, sabemos que
toda la gente en categoría ‘no’ son omnívoros, pero que la categoría no tiene
todas los omnívoras en el estudio. Por ejemplo, una mexicana omnívora es en la
otra categoría, ‘si’, y ha escrito que había cambiado su dieta ‘para ayudar al medio ambiente’. Es un resultado
fascinante, porque podemos ver que, aunque personas no consideran a sus mimos
como ‘flexitarianos’, todavía están tomando tiempo en sus vidas modificar sus
dietas, y por las mismas razones de los ‘flexitarianos’. Entonces aun si no usan,
o ni quieren una etiqueta, toman parte en la conversación sobre dietas, y por extensión
perspectivas de vida, diferente. En equipo ‘si’, tenemos 7 personas, y cada
repuesta es bastante similar:
‘Si,
por la nutrición, el medio ambiente y crueldad del sistema de consumismo de
carnes.’
‘Si, hace dos años decidí de dejar de comer carne
porque daña al medio ambiente, la producción de carne es uno de los sectores
industriales que contamina más’
‘Si, para ayudar al medio ambiente’
‘Por una clase de desarrollo sostenible sobre la
cria de animales y sus consecuencias’
‘Me convertí vegetariana cuando tenía 9 años y soy
vegana have 4 años. Hice eso por razones de la salud, los animales y el medio
ambiente’
‘Salud, cuidar al planeta y apoyo local’
Si hubiera clarificado la
cuestión
para enfocarla en el periodo de cambio de dieta, sería más útil porque ahora
hay mucha repetición de información con la pregunta posterior, entonces voy a
explicar la próxima que tiene casi la misma información, pero en una forma más
nítido.
En esta
cuestión, los aplicantes están bienvenidas el razonamiento más atractivo comer
carne, aun tal vez no comen carne sus mismos, pero también había la opción
decir que no quieren elegir una. Gracias a la gráfica, podemos inferir que el
sabor tiene la misma importancia grande que las nutritivas en carne, una cosa
interesante porque en el debate ‘en el ring’ en el blog anterior, la salud fue el
único razonamiento usado por la nutrióloga en favor de comer carne. Entonces, aunque
esta razón tal vez no es la más persuasivo usar en un argumento para comer
carne, de toda forma es importante para la gente. Es notable que, aunque 60% de
los extranjeros (menos los extranjeros que había puesto que no quieren elegir
una) dijeron que el factor más importante es el sabor de carne, sabor no fue seleccionado
por ningún de los mexicanos, con los elementos importantes como la proteína,
sustancia nutritiva y la cultura. Es posible que esta resulto refleja la
diferencia en valores claves, en que los en México están enfocando del
crecimiento de una familia, y por extensión comunidad, sana y fuerte, aunque en
otros países la comida es más un elemento de la elección individual y libre,
con base en las preferencias y gustos.
Es evidente que, de los que
comen carne y pescado, hay mucho más en favor de la idea que los renuentes. De
la diferencia entre mexicanos y extranjeros, había solo 20% de extranjeros en
el campamiento renuente en contraste de una tercera de mexicanos, pero en realidad
las repuestas fueron mezclados en los dos grupos, con la mayoría de personas de
los dos abiertas a la idea de un plato vegetariano, pero algunos solo de tiempo
a tiempo. De hecho, había una única persona con la opinión que un plato no es
suficiente sin carne.
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